Brasil va en serio y quiere que todo el mundo se entere: no criminalizará al internauta, no seguirá a pies juntillas lo que diga ninguna sociedad de autores y creadores y pretende atraer la inversión mundial como el paraíso del software abierto en su nueva ley de derechos de autor.
"Internet no puede ser objeto de una regulación que la constriña y lo someta a la censura", proclama la candidata del Partido de Lula da Silva, Dilma Rouseff, ante una sala de prensa improvisada junto al espacio de la innovación de la Campus Party. "En un país como Brasil, Internet tiene que ser un derecho", recalca mientras blogueros y "campuseiros" se agolpan en los extremos de la sala.
Una ley a contracorriente
Pretende llevar al parlamento un proyecto de ley el próximo mes de marzo que incluya como puntos fuertes que se considere la copia privada un derecho básico, que se compense a los autores por los derechos de autor en Internet con los beneficios económicos que genera a las empresas este área de negocio y que se libere el material descatalogado para el uso público.
La ley brasileña actual protege los derechos de autor más tiempo aún que el establecido por los tratados internacionales. Además, contempla que se puedan tomar acciones judiciales por bajarse películas o música, e incluso impide que los estudiantes se hagan copias de obras de referencia en la Universidad, según el Gobierno brasileño.
"Ni siquiera nos dejan hacer copias de los ejemplares antiguos que están en mal estado en las bibliotecas", subraya el ministro.
Enfrentamiento con la SGAE brasileña
Ante ese modelo, el que propone el Gobierno de Lula no opta ni por canon digital ni por el cierre rápido de webs que compartan contenidos protegidos. Más al contrario, quiere una fiscalización de los beneficios que logran los actores implicados en el negocio, incluida la SGAE brasileña, con la que tiene un enfrentamiento abierto.
"La asociación de músicos se ha transformado en una institución con poca transparencia, tiene un poder de restricción de los derechos muy fuerte. Es casi una Policía, recuerda a los antiguos estados estalinistas", denuncia.
Por eso, considera que, a medio y largo plazo, a las 'telecos' les conviene dar una parte de sus beneficios -se habla de un canon a proveedores y distribuidores del servicio que vaya a parar a los creadores.
Respaldo de Creative Commons
Sin embargo, por otro lado la medida tiene un mensaje internacional claro: Brasil quiere colocarse a la vanguardia en legislación de derechos de autor para atraer todo un mercado de empresas tecnológicas extranjeras.
"Será la ley más progresista en materia de derechos de autor", ha reconocido Larry Lessig, uno de los fundadores de Creative Commons, profesor de Harvard y conferenciante estrella del día.
"Estamos deseando que los gobiernos del siglo XXI se den cuenta de que la gente del siglo XXI quiere ser capaz de compartir sus contenidos".
Fuente: rtve.es
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